La tarde caía y mis dedos no mentían, alrededor todo era igual pero el destino conspiraba contra una vida.
Las siete daba el reloj y la acción comenzaba a dar destello de dolor.
La pelea se desato y los encapsulados salieron a escena. Luego de ver la realidad, la fantasía era lo único que reinaba en el lugar.
Paz y tranquilidad se respiraba pero una vida se acortaba.
El tiempo se agotaba y nadie lo notaba, el reloj las once daba y una vida nueva resucitaba.
De once a doce al limbo entraste, pero lo que nadie sabia era que en tu siguiente parada al infierno llegabas.
Las cinco daban ya, y el dolor no se aguantaba más. Continuar la antigua vida debías, pues el mismo cuerpo tenias.
Los latidos aumentaban y con ellos la desesperación. "Necesito ayuda", gritabas pero nadie te escuchaba.
Asistencia recibiste y falta nos hiciste, tu estado recuperaste pero marcado quedaste.
Cada año con dolor recuerdas la fecha y lo peor es que lo vives como si pasara de nuevo.
Sacrificarlo debiste y no quisiste. Por ahora vive y no lo recuerdes más pues así al fin lo superaras.
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